jueves, 24 de junio de 2010

Amistades de dos días.

Te conocía de dos días y te llamaba amiga. No me di cuenta de los que estaban día a día, olvide a los de siempre, se me subió la tontería. Pensé que podía confiar, como mi mejor amiga te empecé a tratar, olvidándome una y otra vez que eras una conocida sin más. Compartíamos cuatro cosas básicas, nada más, no discutíamos, y no era porque pensábamos igual, sino que las ficticias opiniones eran las que solíamos mostrar. Ahora nos hemos dado cuenta de que somos polos de igual polaridad, nos repelemos por norma básica, no elegimos, pasa sin más. Se nos abrió la mente vimos realmente la situación de verdad, cada una tomamos nuestro camino, pienso si algún día se volverán a encontrar.

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